12/10/07

Crítica a las instituciones financieras internacionales y alternativas desde el Sur

El caso MOSTA en Ecuador: 
impactos de la política del Banco Mundial en la institucionalidad pública 

Magdalena León, REMTE/GND 


Gracias a la acción sinérgica del movimiento de mujeres, de instancias de cooperación internacional, y de un importante entorno nacional, la década de los 90 fue dinámica y rica en cuanto al reconocimiento de las desigualdades de género como problema clave en la búsqueda del desarrollo nacional, en la sensibilización social en temas como la violencia o la discriminación política hacia las mujeres, y también en la definición de orientaciones de política pública para actuar frente a estas problemáticas.

Sin embargo, esto ocurrió en medio de grandes paradojas. La principal, que el Estado, llamado a recoger y potenciar estos avances, estaba siendo desmantelado, minimizado en sus roles frente al interés público y al impulso de derechos y equidad, tomado como botín.

La situación regresiva así generada, tanto en lo económico como en lo social, resultó particularmente severa con las mujeres, con su realidad inmediata marcada por desventajas estructurales, y con los caminos de transformación que con tanto esfuerzo se habían trazado.

Queremos destacar algunas de esas implicaciones y consecuencias que se proyectan hacia la realidad actual, que han dibujado problemas que requieren atención y solución en esta coyuntura de cambios.

El tiempo nos obliga a mencionarlos de manera muy breve y esquemática:

1) La distribución y redistribución: el gasto público en relación al PIB creció, pero en cambio sí se contrajo proporcionalmente aquel orientado para educación, salud, protección social.

Si a lo largo de la década los efectos de la contracción de servicios públicos y del esquema privatizador recayeron ya paulatinamente en los hogares y en el trabajo de las mujeres (sustituyendo especialmente atención de salud y de cuidado humano), durante el colapso financiero de 1999-2000 este fenómeno pudo sentirse y observarse de manera concentrada, y hasta despiadada. Unas evidencias, tomadas de un estudio de caso que realizamos en la época, ofrecen una suerte de instantánea: 
En términos netos, ha sido el sobretrabajo de las mujeres el que ha sostenido la sobrevivencia y ha entregado subsidios ocultos a este modelo de saqueo y depredación. Han sido la pequeña producción y el ‘no mercado’, es decir ese tejido de reciprocidades y movilización de recursos no monetarios que protagonizan las mujeres, los que han debido responder a los efectos de la concentración y apropiación espúrea de la riqueza del país.


2) La reubicación de lo económico y social en el esquema de las políticas públicas: se convirtieron en asuntos económicos aquellos vinculados con finanzas, comercio internacional, empresas. Pasaron a ser sociales la pobreza, el trabajo, el empleo, por supuesto las mujeres, vistas en el mejor de los casos como consumidoras y como mano de obra secundaria, flexibilizable. Las políticas sociales y su institucionalidad fueron sometidas, como hemos visto, a intervenciones y experimentos arbitrarios, tomando a las mujeres como sujetas de ‘focalización’, como reproductoras de pobreza y no como actoras económicas que aportan por múltiples vías. Hoy empieza a perfilarse un Estado que se ubica como garante y promotor de derechos ciudadanos, y que tiene ante sí el desafío de dar otro rumbo a la economía, superando esquemas e imaginarios neoliberales que han logrado filtrar o imponerse, a veces incluso en el lenguaje de sus críticos.

3) La implantación del mercado como eje ordenador, de una visión de negocios y de competencia como el modelo para la economía, para el gobierno y para la vida misma. Esto niega o invisibiliza las diferentes maneras de producir, de generar servicios, de hacer economía, de cuidar de la vida y preservarla. Esto por supesto afecta a las y los protagonistas de estas actividades (en su mayoría mujeres), a su valoración y retribuciones. La institucionalidad y las normas aún vigentes están hechas a la medida de las empresas, no sirven para apoyar o estimular otras iniciativas (autogestionarias, cooperativas, asociativas, comunitarias), más bien se traducen en obstáculo, contrariando el sentido de un Estado que promueva igualdad económica. Hoy necesitamos recuperar la noción de interés público y de un espacio público en el que converjan Estado y socidedad para combatir estas injusticias económicas, para reconocer efectivamente el trabajo como motor de la economía y el cuidado de la vida de los seres humanos y la naturaleza como su objetivo, para generar igualdad.

En retrospectiva, podemos ver estas y otras implicaciones. Hoy, un acumulado de críticas y luchas sociales, y un nuevo balance geopolítico, hacen que nuestra región tome distancia de unas IFI que ya tienen el sello de la ilegitimidad. En el futuro inmediato, tenemos la obligación de no repetir sus recetas, visiones y prácticas de injusticia y destrucción.

13/6/07

POR UNA POLITICA SOBERANA FRENTE A LA DEUDA EXTERNA APOYO AL MINISTRO RICARDO PATIÑO


En el país y en la región estamos viviendo un momento de redefiniciones verdaderamente históricas, en las que un eje es la soberanía, cuyas dimensiones múltiples (regional, nacional, financiera, energética, alimentaria, etc.), resumen la búsqueda de soberanía de los pueblos. 
 
En este marco, por primera vez un gobierno hace suyo el postulado de ‘la vida antes que la deuda’, y asume una política soberana frente a la deuda externa como parte medular del cambio económico. Esto recoge aspiraciones y perspectivas de quienes hemos venido luchando contra el sometimiento y el saqueo que ésta significa. La medida inmediata fue declarar la prioridad del gasto social por sobre el pago de la deuda; para 2007 se ha logrado ya reducir el peso presupuestario de éste del 38% al 28% al, en tanto se incrementó el gasto social del 22% al 28 % del presupuesto. 

En un paso de gran trascendencia, se ha reconocido oficilamente que la deuda externa es en buena parte ilegitima. En función de ello, acaba de formalizarse la constitución de una Comisión de Auditoría Integral de Crédito Público, cuya labor permitirá sustentar medidas que cambiarán radicalmente el perfil y el peso de la deuda en la economía del país. 

Además, el país ahora interviene con mucho empeño en los esfuerzos para construir otra arquitectura financiera en la región, especialmente a través de la creación del Banco del Sur. En esa misma línea, se impulsa la Ley de Justicia Financiera. 

Todo esto ha motivado una campaña de la banca, aupada por el Congreso, que ofende la dignidad de la nación. Son estos los motivos para una reacción tan injusta y dañina, en contra de un Ministro cuya trayectoria intelectual y de lucha, cuya vida honesta y transparente, están ahora al servicio del cambio en el país y en la región. 

En esta jornada de afirmación de dignidad y soberanía, reiteramos nuestra condena a acciones del Congreso carentes de consistencia y responsabilidad, en un tema estratégico para el país como es el de la deuda externa. 

Reiteramos nuestra confianza en el Ministro Ricardo Patiño, apoyamos la continuidad de su labor en el Ministerio de Economía, y comprometemos nuestro respaldo para sacar adelante las políticas transformadoras que impulsa.


Quito, 13 de julio 2007


Por el Grupo Nacional sobre la Deuda (GND)
Acción Ecológica, Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES), Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), Escuela Política de Mujeres ‘Dolores Cacuango’, Jubileo 2000 Red Guayaquil, Observatorio de la Cooperación al Desarrollo (OCD), Red de Mujeres Transformando la Economía (REMTE)

4/6/07

NO A LOS ESCANDALOS MONTADOS POR UN TRATAMIENTO OBJETIVO Y RESPONSABLE SOBRE EL TEMA DE LA DEUDA


En los últimos días el país se ha visto sometido a un nuevo montaje de ‘escándalo’, esta vez referido al tema estratégico de deuda externa. El Grupo Nacional sobre la Deuda –GND-, en el que convergen unas 25 entidades y organizaciones de todo el Ecuador, considera un deber hacer oir su voz, para lo cual se ve en la necesidad de acudir a este espacio pagado, a fin de garantizar una ‘libertad de expresión’ que no siempre fluye por otros cauces. 

1. Desde el análisis objetivo efectuado de la información disponible, hacemos algunas constataciones. Los mercados financieros tienen dos características básicas: son fluctuantes, reaccionan constantemente a ‘señales’ de distinto tipo que pueden incidir en los precios de los bonos; son también especulativos, hay empresas montadas para ‘jugar’ con precios y seguros, se practican esas operaciones de manera cotidiana, con una anti ética de la ganancia que sabemos se contrapone a la ética de la vida. Toda acción u omisión de los gobiernos pueden interpretarse, de mala fé, como factor de ‘agitación’ de los mercados. Siendo así, no cabe que los gobiernos se inhiban de enunciar sus políticas económicas y sobre la deuda a nombre de no influenciar a los mercados. Somos países soberanos, no clientes pagadores de bonos

2. Considerando las tendencias en el comportamiento de los precios de los bonos 2030, no observamos bajas o subidas sensibles desde el mes de enero -como sí se puede notar en otros períodos-. La reunión del Ministro Patiño con representantes de una firma financiera internacional se ha concretado a escuchar una propuesta y extraer información, en el marco de una línea de investigación y levantamiento de evidencias sobre los mecanismos fraudulentos que operan en el mercado de bonos, y sobre conflictos de interés de tenedores nacionales de bonos que han sido al mismo tiempo autoridades económicas. 
 
3. Por estas consideraciones, ratificamos nuestra confianza en el Ministro Ricardo Patiño, en su integridad y en su compromiso con una política transformadora basada en el principio ‘la vida antes que la deuda’, que compartimos plenamente. Reiteramos también nuestro apoyo a esa política, que ahora más que nunca debe avanzar, por encima de los oscuros afanes de obstaculizarla, en los que vemos coincidir a grupos de interés con algunos medios sensacionalistas. 

4. Nos preocupa que en el Congreso Nacional se de paso a acusaciones y denuncias carentes de consistencia y fundamentos. Resulta lamentable leer un pedido de juicio político que muestra flagrante desconocimiento, lo que pone en evidencia al acusador en sus verdaderas intenciones, y a quienes lo respaldan en su grado de desinformación. 

5. La atención concedida a las circunstancias de toma del video, distrae de lo que constituye el asunto medular y de mayor interés: la naturaleza perversa del mercado financiero internacional, y el carácter fraudulento que ha acompañado la historia de los bonos ecuatorianos. 

6. La investigación sobre los entretelones de la deuda es indispensable y debe dirigirse, por un lado, a la auditoría integral de los empréstitos contratados y, por otro, a la investigación específica de situaciones de conflicto de interés en gestiones gubernamentales pasadas. El país debe conocer cómo se han formado las fortunas que ostentan hoy personas del mundo financiero que se turnaron en funciones públicas.


7. Este tema debe ocupar, sin duda, primeras planas y prioridad, pero desde una perspectiva responsable, transparente, de cambio en beneficio del país. Tenemos expectativas en la labor de unos medios de comunicación que se rijan por el respeto al derecho a una información veraz y oportuna, por la ética y el rigor profesional. Nos comprometemos, como Grupo Nacional sobre la Deuda, a aportar en acciones de información, formación, esclarecimiento; quisiéramos contar con espacios no pagados en la prensa para difundir materiales educativos. Nos ponemos a disposición de la ciudadanía para avanzar en el conocimiento, reflexiones y decisiones sobre este tema crucial para nuestro presente y futuro.

Quito, 4 de Junio de 2007 


Por el Grupo Nacional sobre la Deuda (GND)
Acción Ecológica, Centro de Derechos Económicos y Sociales (CDES), Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), Escuela Política de Mujeres ‘Dolores Cacuango’, Jubileo 2000 Red Guayaquil, Observatorio de la Cooperación al Desarrollo (OCD), Red de Mujeres Transformando la Economía (REMTE)