18/3/09

Manifiesto ante la Asamblea del BID y la Asamblea de los Pueblos


La auditoria integral del crédito público que se realizó en Ecuador entre 2007 y 2008 constituye un paso histórico para el país y para la región. Ese examen de los 30 últimos años, permitió revelar o confirmar los variados mecanismos que se han aplicado sistemáticamente en nuestros países para convertir a la deuda en un instrumento de saqueo, depredación, destrucción de soberanía y violación de derechos humanos.

Quedó al descubierto la ilegitimidad del sistema de endeudamiento asentado en una arquitectura que junta entidades multilaterales y privadas comprometidas con iguales intereses de apropiación y concentración de riquezas. En el caso del Banco Interamericano de Desarrollo –BID-, se llegó al extremo de usar la figura de créditos para proyectos de desarrollo a fin de encaminar recursos a la compra de garantías y pago de intereses de la deuda comercial; el pueblo ecuatoriano paga así deudas ‘de desarrollo’ que sirvieron en verdad para revivir y acrecentar una deuda comercial prácticamente extinguida, en un círculo perverso de deuda para alimentar deuda.

En Ecuador se dio un paso para confrontar las deudas ilegítimas a través de la auditoria; las medidas que el gobierno anunciará son también un primer paso en una estrategia que tiene ante sí complejidades económicas, financieras, políticas, geopolíticas y éticas, que sólo podrán ser asumidas en el marco de una agenda regional de gobiernos y pueblos.
La crisis internacional que ha estallado en estos meses nos muestra en su magnitud y profundidad el carácter fraudulento de ese sistema financiero, provee pruebas irrefutables sobre su estructura especulativa. En ese marco, vemos que las entidades multilaterales no sólo son incapaces de cumplir un rol de regulación y respaldo a los países, sino que se convirtieron en garantes incondicionales de intereses privados y corporativos, en mecanismos de intervención e implantación de la agenda neoliberal.
La crisis no puede servir de pretexto para ‘más de lo mismo’, para reinstalar en el escenario a entidades multilaterales obsoletas, que ya estaban en retirada, y poner como ‘solución’ sus recetas de siempre. Necesitamos acelerar las transformaciones para salidas soberanas, verdaderamente alternativas. En esa perspectiva planteamos: 
  • El inmediato inicio de auditorias integrales en todos los países de América Latina, para transparentar las deudas ilegítimas y el sistema institucional que las ha sustentado, e impulsar las respectivas sanciones, reparaciones y correctivos. 
  • En el caso de países ‘acreedores’, demandamos a los gobiernos la anulación de las deudas ilegítimas, sin condiciones 
  • La acción internacional solidaria de gobiernos y pueblos para avanzar en una arquitectura financiera soberana, transparente, al servicio del buen vivir y de la integración. Instamos a los gobiernos impulsores del Banco del Sur, a dar los pasos necesarios para su pronto funcionamiento.
América Latina soberana ¡sin deudas ilegítimas! 


Medellín, marzo 2009