En los últimos años Ecuador ha incrementado significativamente sus
recursos destinados al sector social, del 2007 al 2010 ha triplicado los
recursos para educación y salud. Anualmente se destinaba unos 1000
millones de dólares a educación y ahora se destina más de 3500 millones.
En salud se presupuestaba 500 millones de dólares mientras que ahora se
tienen alrededor de los 1700 millones. Estos cambios son consecuencia
de una serie de medidas para la transformación de las políticas
económicas que buscan lograr beneficios reales para los ciudadanos,
afirmó el canciller y ex ministro de economía, Ricardo Patiño, durante
su participación en el taller internacional “Avances de la Nueva
Arquitectura Financiera Regional y las Auditorías de la Deuda”,
realizado en Quito del 13 al 15 de febrero.
Levantando un balance de los logros, dificultades y expectativas de
este proceso de cambio en la economía del país, destacó como un hito la
auditoría oficial de la deuda externa, que ha convertido a Ecuador en el
único país del mundo en realizarla. Con el trabajo de la Comisión para
la Auditoría Integral del Crédito Público, 2007-2008, el país redujo
sustancialmente su deuda comercial, logrando la liberación de miles de
millones de dólares en pagos a futuro. Los pagos por el servicio de la
deuda disminuyeron del 9.1% del PIB al 2.2% del PIB. Asimismo, la
proporción de la deuda pública con respecto al PIB se redujo del 33% en
el 2006, al 21% en el 2011.
Estos resultados han convertido a Ecuador en un referente
internacional especialmente para los países del norte que actualmente
sufren una grave crisis producida por sus abultadas deudas. Por ejemplo,
en el 2010, el primer ministro de Grecia, Yorgos Papandreu, solicitó
una reunión al presidente ecuatoriano Rafael Correa para conocer
detalles de cómo se había abordado la auditoría del endeudamiento
público, pero desgraciadamente los poderes de ese país optaron por el
rumbo del neoliberalismo, que se traduce en crisis.
Regresando al caso ecuatoriano, además de la reducción del servicio
de la deuda, hay dos elementos adicionales que han ayudado a fortalecer
las cuentas públicas: 1) la renegociación de los contratos petroleros, y
2) el pago de los impuestos. En ese sentido, Patiño recalca que este no
es un gobierno como los del pasado, entregados a la oligarquía, que
perdonaban el pago de los impuestos o que permitían que se eludan los
impuestos por una mala utilización de la ley.
Este conjunto de medidas ha logrado que la economía ecuatoriana se
convierta, el año que acaba de terminar (2011), en una de las de mayor
crecimiento de América Latina con una expansión de cerca del 8% del
producto interno bruto.
Mientras que antes la economía se encontraba atada a un sistema
financiero internacional absolutamente irracional, ahora los recursos se
quedan en el país para dar dinamismo a la economía. Por ejemplo, el
seguro social tenía miles de millones dólares en bancos estadounidenses
y europeos en los que recibía de interés entre el 0.5% y el 1%. Con
esas tasas de rendimiento era imposible mejorar las pensiones de los
jubilados y ni siquiera había plata para las medicinas. Ahora, el dinero
de la seguridad social ha sido traído al Ecuador y está participando en
inversiones de proyectos petroleros, hidroeléctricos y financiando el
déficit del gobierno nacional, por lo que recibe un interés del 6%.
Nueva arquitectura financiera regional
Patiño también destaca que en el plano regional Ecuador viene
participando activamente en la construcción de una nueva arquitectura
financiera, que tiene al Banco del Sur como uno de los proyecto más
emblemático. Hasta el momento cinco países de los siete que tomaron la
decisión de constituir el Banco del Sur ya han ratificado los acuerdos
en sus Congresos, lo que significa que 2/3 del capital se encuentra
asegurado, faltando solo que los parlamentos de Brasil y Paraguay
ratifiquen la decisión. Entonces, lo más probable es que este año el
sueño del Banco del Sur se convierta en un nuevo motor del desarrollo
suramericano.
Pero no solamente está UNASUR, también en el ALBA se ha tomado la
decisión de constituir un espacio económico para generar sinergia entre
los países miembros. En este espacio también se busca constituir un
banco que facilite el desarrollo regional. Asimismo, se fortalecerá el
Sistema Unificado de Compensación Regional (SUCRE) que el año 2011 llegó
a registrar 266 millones de dólares en transacciones entre Ecuador y
Venezuela.
A diferencia de décadas pasadas, cuando los países latinoamericanos
se daban la espalda y la única posibilidad de comercio era pensaba en
función de Estados Unidos y Europa, ahora regionalmente se apuesta por
un desarrollo complementario de nuestras economías. Pero este proceso no
está exento de detractores que consideran que si se disminuye la
dependencia con Estados Unidos o Europa estamos destinados al infierno.
Por ejemplo, hace poco un periódico presentaba como una maldición que la
Unión Europea haya perdido el segundo lugar como destino de las
exportaciones de flores ecuatorianas. Sin embargo, el gobierno
ecuatoriano considera que es una buena noticia tener más horizontalidad
en sus estadísticas sobre los destinos de exportación, porque significa
que un avance hacia una mayor independencia económica.
Asimismo, hace algunos años, cuando el presidente Correa dijo que no
iba a negociar ningún TLC con Estados Unidos se produjeron algunas de
las reacciones más destempladas. Varios salieron a decir que Ecuador se
iba destruir, que llegaría el peor caos de la historia, que los empleos
se iban a perder. Pero ha ocurrido todo lo contrario. Es más, durante
buena parte del 2011 Ecuador no tuvo los beneficios del ATDPA, para que
sus productos ingresen a Estados Unidos sin aranceles, sin embargo la
economía ecuatoriana acaba de terminar el 2011 como la tercera de mayor
crecimiento de América Latina.
Actualmente el país registra históricos niveles de empleo, ha
reducido el subempleo y desempleo 15 puntos, ha aumentado la capacidad
de compra del salario mínimo vital de un familia del 68% al 92% sobre la
canasta básica. Se ha terminado en buena medida la precariedad del
empleo por la tercerización laboral y han aumentado 700 mil nuevos
afiliados al seguro social.
Todos estos logros han ocurrido sin el TLC, sin el ATPDA de Estados
Unidos y sin firmar ningún acuerdo con la Unión Europea (UE). Aunque,
sobre este último punto, el gobierno ecuatoriano reconoce que quisiera
firmar un tratado con la UE pero que no sea de libre comercio. Acá uno
de los temas más sensibles está en proteger a la sociedad ecuatoriana de
los efectos perniciosos de los tratados bilaterales de protección de
inversiones que atentan contra el funcionamiento soberano del Estado y
que colocan al capital por encima de todo.
Fuente: http://www.fedaeps.org/economia-critica-10/la-transformacion-economica-del
24/2/12
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